Los Consejos de la Monarquía del Antiguo Régimen eran órganos superiores de gobierno y justicia. Como tales órganos superiores gozaban de la facultad de poder emitir documentos reales intitulados por el rey, aunque el monarca no tuviera conocimiento alguno del asunto ni participase en su resolución. Eso se traducía en que la validación del documento intitulado por el rey se hacía únicamente por los miembros del Consejo. Además, el secretario que participaba en la redacción del documento especificaba en su refrendo que el negocio había sido acordado por los miembros del Consejo.
El ejemplo característico es la Real Provisión que, a simple vista no hay diferencia alguna entre la que expide un monarca junto al Consejo de la que expide únicamente el Consejo.
– Real Provisión expedida por los Reyes Católicos:
En Pares, Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional,LUQUE,C.145,D.17
- En el cuadro morado la intitulación de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos.
- En el azul las firmas autógrafas de los reyes.
- En rojo el refrendo del secretario: «Yo, Fernando Álvarez de Toledo, secretario del Rey e de la Reina, nuestro sennores, la fize escrivir por su mandado».
– Real Provisión expedida sólo por el Consejo (en este caso la Cámara), pero intitulada por el Rey:
En Pares, Archivo Histórico Nacional,UNIVERSIDADES,Car.14,N.15
- En el cuadro morado la intitulación de Carlos I y de su madre la reina Juana.
- En el azul las firmas autógrafas de los miembros de la Cámara.
- En rojo el refrendo del secretario: «Yo, Francisco de Castillo, escrivano de Cámara de sus Cesárea (sic) y Católicas Magestades, la fiz escribir por su mandado con acuerdo de los de Su Consejo «.